Las escobillas de los limpiaparabrisas son dañadas por la constante exposición a los cambios de temperatura, los rayos del sol, las lluvias y además por la incidencia de sustancias corrosivas del ambiente como la resina de los árboles. Es por esto que deben ser cambiadas de su vehículo al menos una vez al año regularmente para garantizar buena visibilidad y seguridad al conductor. En caso que el defecto persista deberá verificar la regulación de los brazos.

ESTRIADO

Si la formación de rayas y rasguños es en el tercio central de la zona de barrido se deberá reemplazar el brazo, en caso que el defecto sea en toda el área se deberá cambiar la escobilla.

TREPIDACIÓN

Fallas en el barrido ya que la escobilla no mantiene el ángulo correcto y genera un ruido persistente. En este caso se deberá cambiar la escobilla.

NIEBLA

Efecto borroso producido por el desgaste de la goma de la escobilla. La misma deberá ser cambiada.

MANCHAS ADHERIDAS

Las escobillas deben estar protegidas de los agentes que perjudican su correcto barrido, por ejemplo, polvo, kerosene, detergentes, etc. Debe limpiar el parabrisas cuidadosamente.

• Al cambiar las escobillas asegúrese que el parabrisas esté limpio. Los detergentes de los lavaderos de autos, ceras e impurezas que pululan en el medio ambiente generan una fina capa que reduce la transparencia del parabrisas y por ende la visibilidad.
• Al finalizar el lavado del auto pase un paño húmedo (con jabón neutro o un poco de agua) sobre la goma para quitar todo tipo de exceso.
• No use kerosene, detergente u otros tipos de productos químicos que deforman y destruyen la goma.
• Antes de encender el mecanismo del limpiaparabrisas asegúrese que el parabrisas esté mojado y no haya grandes impurezas.
• No use detergente en el bidón de agua ya que corroe y destruye la goma.